La empresa familiar fundada por Ettore Bugatti en 1909 atravesaba una crisis económica crónica alcanzando su punto máximo en 1934 cuando incluso se estudiaba la posibilidad del cierre de la fabrica. Jean Bugatti, hijo y encargado de diseño inicia el proyecto y dirige la serie 57, presentada en el Salón de París con gran éxito; el 57 C, el S y por encima de todos la obra maestra de Bugatti el legendario 57 SC Atlantic.
La producción de la serie 57 fue muy limitada, en total no alcanzo las 40 unidades, la ley de la oferta y la demanda y el querer exprimir la gallina de los huevos de oro con suma prepotencia y con las miras puestas en salvar la fabrica hizo que esta serie alcanzara ya para la época precios exorbitantes. El éxito salvo momentáneamente a la marca pero la envidia del fundador sobre el éxito de su hijo hizo romper su relación afectiva.
