Recién casado es castrado por sus cuñados

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Los hermanos de una joven drusa, opuestos a su matrimonio con un libanés sunita, le cortaron a este el pene y le arrancaron los dientes, informa el miércoles la prensa local.

 Rabih, de 39 años, y Rudeina, de 19, se conocieron gracias a la red social Facebook y se casaron ante un jeque a comienzos de julio, pese a la oposición de los parientes de la joven, según el diario de gran tirada An Nahar.

Rabih es un sunita de la región de Akkar, en el norte del Líbano, y Rudeina una drusa de Baysur, una localidad de la región de Aley, en la montaña libanesa.

Furiosos, los hermanos de Rudeina, uno de los cuales es soldado, le tendieron una trampa a Rabih, haciéndolo venir a Baysur pretextando una reconciliación. Le cayeron encima golpeándolo, le arrancaron los dientes y le cortaron el pene.

"Lo habrían podido matar si no intervienen los habitantes del lugar", informó el diario, citando fuentes de seguridad.

Los dos hermanos se escaparon y Rabih fue conducido al hospital. Su familia denunció "un crimen imperdonable y odioso".

Los matrimonios entre drusos y no drusos son sumamente raros, y prohibidos por esta comunidad establecida en su mayoría en Líbano, Siria e Israel.

Se esconden en una cueva para esperar el fin del mundo en Rusia

Tweet La secta, que se hace llamar "La Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa", cree que el fin del mundo llegará en mayo próximo. Los 29 miembros, entre ellos cuatro niños, se escondieron en una cueva de la región de Penza, a 640 kilómetros al sureste de Moscú. Se dijeron dispuestos a prender fuego a los envases de gasolina que tienen en el lugar si las autoridades recurren a la fuerza para desalojarlos, dijo el vocero del gobierno de la región, Yevgeny Guseynov. La secta excavó un sistema dentro de la cueva después de que su líder, el Padre Pyotr Kuznetsov, les dijo a sus seguidores que se escondieran lo más lejos posible para esperar el fin del mundo. A pesar de que los integrantes de la secta intercambian mensajes escritos con Kuznetsov, ya no confían en su intervención porque creen que actúa bajo las órdenes del gobierno ruso, indicó Guseynov. "Lo siguen respetando, lo escuchan pero no le creen", destacó el funcionario. Además, se niegan a dialogar con sacerdotes ortodoxos rusos llevados hasta el lugar específicamente para negociar, añadió. Kuznetsov fue acusado el jueves pasado de crear una organización religiosa relacionada con la violencia, y desde que fue detenido ha sido sometido a exámenes psiquiátricos. Kuznetsov, ingeniero de profesión, no permitía que sus seguidores vieran televisión, escucharan la radio ni manejaran dinero. Entre los niños que están en la cueva hay un bebé de año y medio de edad. La temperatura en el interior es de menos de 12 grados centígrados, pero se dice que los sectarios reunieron suficientes provisiones como para sobrevivir hasta la próxima Primavera.