Un ansiano se incrusta una tijera de podar en el ojo!!!

Desgracia con suerte.


Un anciano de 86 años tuvo una sorprendente recuperación después de que, accidentalmente, se le incrustaran hasta el cráneo unas tijeras de podar que entraron a través de la cuenca de su ojo, informó el miércoles el hospital de Arizona (suroeste de Estados Unidos) que lo trató.

La radiografía de Leroy Luetscher, de 86 años, con las tijeras de podar incrustadas en la cuenca del ojo, distribuida por el Centro Médico de la Universidad de Tucson, en Arizona (EEUU).

"Fue espantoso, no puedo ni explicar cuánto dolía (...) Gracias a mi buena estrella estoy aquí", dijo Leroy Luetscher en una rueda de prensa en el centro médico universitario de Tucson, Arizona.


Mientras trabajaba en su jardín, el anciano dejó caer las tijeras, que aterrizaron con las puntas clavadas en la tierra. Luego, cuando quiso recogerlas, perdió el equilibrio y cayó de cara al mango, que penetró en su cuenca ocular, abajo del ojo, y se incrustó hasta el cuello.

Una impresionante imagen de rayos X divulgada por el hospital muestra el instrumento de jardín atravesado en su ojo y penetrando 15 centímetros dentro del cráneo.

"Era increíble", dijo la traumatóloga Julie Winne, quien forma parte del equipo de médicos que consiguió extraerle las tijeras, reconstruir su órbita ocular y salvarle el ojo. "La mitad de las tijeras de podar colgaban fuera de su cabeza y la otra mitad estaba dentro", agregó la doctora en un comunicado del hospital.

Las secuelas del accidente, que ocurrió el 30 de julio, son una discreta hinchazón en sus párpados y una ligera visión doble en el ojo afectado, dijo Lynn Polonski, especialista en cirugía ocular. "El mango estaba apoyado en la arteria carótida externa de su cuello", dijo Polonski. "Decidimos que podíamos extraer sin riesgo las tijeras. Estamos felices de que Luetscher no perdiera su ojo ni ninguna estructura vital", agregó el doctor.

La novia de Luetscher, Arpy Williams, narró a la prensa: "Todo estaba lleno de sangre, vi este instrumento en su cara y sólo pude decirle 'Leroy, cariño, ¿qué hiciste?' Estaba en shock".

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