El oasis de Huacachina, Peru

Cerca de la ciudad peruana de Ica y al borde de un tórrido desierto, se encuentra el oasis de Huacachina, el   único oasis que existe en Sudamérica. Las aguas verdosas de su laguna y los frondosos árboles contrastan con  la aridez de las dunas de arena que lo rodean por todas partes. Las fascinantes imágenes que vemos a   continuación revelan la exótica belleza del lugar, que es un importante atractivo turí-stico en Perú.





Cuenta la leyenda que el oasis se formó con las lágrimas de una hermosa joven de cabello negro y profundos ojos verdes, desconsolada por la muerte de su amado, un valiente guerrero inca; los lugareños aseguran que en las noches de luna nueva aún se pueden escuchar los lamentos de la muchacha. De allí- proviene el nombre de la laguna: en quechua, “huaccac china” significa “llanto de mujer”.






El oasis de Huacachina, es un pequeño lago de fuentes subterráneas rodeado de vegetación, y gigantescas dunas de arena. El lago de aguas color esmeralda permanece igual desde hace décadas, como si no se enterara que está en medio del desierto. La atmósfera y el entorno, contribuyen a hacer de Huacachina uno de los destinos más visitados por los turistas que no quieren obviar los lugares que parecen de otro planeta en Perú. Huacachina posee un clima extraordinario, que lo convirtió en un destino casi exótico para las elites de la sociedad peruana que lo visitaron desde 1940, como un balneario rico en minerales capaces de revitalizar el cuerpo.

El espacio que rodea al oasis fue "urbanizado", y el lago rodeado de casas, hoteles, y hasta un boulevard. Nada alcanza a quitar el encanto de sus atardeceres, y sus visitantes aseguran disfrutarlos hipnóticos desde lo alto de las dunas que lo rodean. Actualmente es también el lugar ideal para los amantes de los deportes extremos, entre ellos practicar Sandboard.

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